El Interior - 1945 Las obras como los sentimientos deben concretarse con hecho. Un Municipio que se desenvuelve dentro de una verdadera pobreza franciscana nos da un ejemplo evidente de su buena administración.

Ficha

Título: El Interior - 1945 Las obras como los sentimientos deben concretarse con hecho. Un Municipio que se desenvuelve dentro de una verdadera pobreza franciscana nos da un ejemplo evidente de su buena administración.
Descripción: Para las personas que conocemos de cerca lo que ocurre vulgarmente con las administraciones comunales territorianas, salvo, claro está, raras excepciones las que se podrían contar con los dedos de una mano, a lo sumo, el epígrate de este comentario, dirán, que más se adapta para unos de esos cuentos de Mari Castaña que para el trabajo que nos ocupa. Pero, suponiendo que ésta sea una de esa raras circunstancias, también a nosotros nos costó creer por lo extraña, en un principio, hasta que ante la evidencia concreta de los hechos vino a revelarnos la verdad y la que divulgamos pura y llanamente. No existe un vecino de Colonia Las Heras que no conozca la localidad de Lago Buenos Aires, como también el haber podido apreciar a sus pintorescas ex autoridades, las que les cupo actuar en algo más de dos décadas a esta parte. Si ese pueblo algo ha
progresado en su orden edilicio, justo es confesarlo que no fue
debido a la funesta administración de sus autoridades, en cualquier
orden y jerarquía de ellas, si no, a la iniciativa privada, debido a que los individuos que han ocupado cargos rentados u honorarios en vez de hacer obra constructiva, dedicaron sus actividades, en algo, que una imparcial investigación los conduciría a la cárcel porque han medrado amparados en la más completa y desvergonzante impunidad.

Habrá sido ésta una guerra más?
La reciente terminación de la guerra en el continente europeo y la eventual cesación de las hostilidades aliadas en todo ese vasto sector de lucha, hacen pensar que, de un momento a otro, todos sus efectivos serán dispuestos para asestar el golpe final sobre el Japón. Aquí habrá toda vía un difícil camino a recorrer. La obsesión belicista de los japoneses seguirá dando batallas desesperadas en el Pacífico, acaso sin otra esperanza que la de conservar su propia existencia. Pero con ello o sin ello el desenlace de la guerra está a la vista y nada podrá ya torcer el rumbo de los acontecimientos.

Ha sido dignamente recordado nuestro aniversario patrio.
Tal cual como estaba anunciado en los programas que al efecto confeccionaron los miembros la Comisión Directiva encargados de los festejos, salvo los actos escolares y juegos infantiles, que por razones de una racha benigna de sarampión, fueron prohibidos, se cumplieron en toda su extensión. A las primeras horas de la mañana, fue anunciada la salida del sol con disparos de bombas de estruendo, luego se llevó a cabo la concentración en la Plaza pública, en cual se izó el pabellón patrio y se cantó el Himno Nacional Argentino; seguidamente el maestro de la Escuela Nro. 3, presidente de la Comisión de Fiesta, señor Isidro Zapata dio lectura a su discurso cuyo texto transcribimos: «Con un brillo de significación especial, celebramos hoy el aniversario patrio de aquel 25 de Mayo histórico, prólogo de nuestra independencia y epílogo de una idea fermentada en años de penuria.

Se calcula que proximamente la Argentina necesitará importar cien mil automotores por año. Pero la producción de las fábricas norteamericanas al trasformar sus industrias bélicas sólo vendrá una mínima parte en los primeros meses de la post guerra. Hay que cuidar los existentes.
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Autoría: El Interior
Fecha: 2 junio 1945
Editor: El Interior
Fuente: Violeta Martínez. Archivo Histórico Palmiro Pedemonte

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