El Interior 1946 Glosas Argentinas. Defendamos nuestros derechos

Ficha

Título: El Interior 1946 Glosas Argentinas. Defendamos nuestros derechos
Descripción: El hombre sín deberes se convierte en tirano; el hombre sín
derechos se transforma en esclavo
La ley natural, los Mandamientos de la Ley de Dios y la legislación de todo país civilizado condicionan al hombre dentro de una norma de vida en la que deber y derecho marchan del brazo. Más aún; ambos están tan íntimanente ligados, que no se puede suprimir el uno sín anular el otro.
En todo derecho ejercido hay deberes ineludibles y en todo deber cumplido hay derechos tan legítimos y tan arraigados en la naturaleza humana que no se puede renunciar a ellos.
Nuestros deberes para con Dios suponen el derecho a la vida sobrenatural, a creer según el dictado de nuestra conciencia y a merecer un justo premio como recompensa de nuestro comportamiento. Ninguna ley terrena, ningún gobernante puede privarnos del derecho de practicar nuestra religión
En todo derecho ejercido, hay deberes ineludibles y en todo deber cumplido hay derechos tan legítimos y tan arraigados en la naturaleza humana que no se puede renunciar a ellos.

LA VERDAD CONSTITUCIONAL
En su libro «Bases» que fue, en efecto, punto de partida para la organización nacional, Juan Bautista Alberdi fijó las normas sobre las cuales debía estructurarse la constitución del país, normas que los constituyentes de 1853 hicieron suyas. Todas ellas trasuntan un
claro sentido de libertad y de progreso que requerían, para afianzarse, el imperio de la verdad. Y esta verdad constitucional, y la
definía con precisión Alberdi en su valioso libro, en este párrafo tan medular:— «La Constitución debe, dar garantías de que sus leyes orgánicas no serán excepciones derogatorias de los grandes principios consagrados por ella, como se ha visto más de una vez.
Es preciso que el derecho administrativo no sea un medio falaz de
eliminar y escamotear las libertades y garantías constitucionales.
Por ejemplo: La prensa libre, dice la Constitución; pero puede venir la ley orgánica de la prensa y crear tantas trabas y limitaciones al ejercicio de esa libertad, que la deje ilusoria y mentirosa. Es libre el sufragio, dice la Constitución; pero vendrá la ley orgánica electoral, y a fuerza de requisitos y limitaciones excepcionales, convertirá en mentira la libertad de votar. El comercio es libre, dice la Constitución; pero viene el fisco con sus reglamentos, y a ejemplo de aquella ley madrileña de imprenta, de que hablaba Fígaro, organiza esa libertad diciendo: «Con tal que ningún buque fondee sín pagar derecho de peaje; que ningún documento de crédito se firme síno en papel sellado; que ningún comerciante se mueva sín pasaporte, ni ninguna mercadería sín guía, competentemente pagados al fisco; fuera de estas y otras limitaciones, el comercio es completamente libre, como dice la Constitución»,

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Cobertura: Las Heras Ver todo fichas con este valor
Autoría: El Interior
Fecha: 1 junio 1946
Editor: El Interior
Fuente: Violeta Martínez. Archivo Histórico Palmiro Pedemonte

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