El Interior 1947 Urge liquidar el totalitarismo

Ficha

Título: El Interior 1947 Urge liquidar el totalitarismo
Descripción: En un día feliz del año de gracia de 1945, cayó, aplastado por la fuerza incontenible y victoriosa de las armas aliadas, el régimen nazi de Alemania, el más alto exponente de sadismo y crueldad, registrado en países que se precian de ser cristianos. Otro día feliz, de ese mismo año, tres mes ses después, se derrumbaba, humiliado y vencido, el mito imperialista del Japón. Y poco tiempo antes, habíamos tenido el gran placer de presenciar la ridícula y
espectacular tragicomedia de Mussolini.
Con esa ingenuidad tan propia de la humana condición, creyeron algunas personas que los demás jefes totalitarios, ya fueran crueles como Hitler, ensoberbecidos como Hirohito o de sainete como Mussolini, sin olvidar a los que asumen seráficas actitudes o adoptan desplantes de cruzados, seguirían la misma suerte de aquéllos al día siguiente de la entrada norteamericana en Tokio.

PARA LOGRAR LAS DIMENSIONES DE UNA CULTURA NACIONAL
Vivimos momentos de honda elaboración especulativa, alrededor de lo que debe y no debe hacerse, y muy especialmente, en lo que concierne a los valores del espíritu. De ello suele hablarse, cuando se pregona la necesidad de elaborar <una cultura nacional». Esto supone por un lado, extender las posibilidades del estudio en dimensiones horizontales, para que alcance a todos en una medida superadora del analfabetismo y la ignorancia. Pero esto requiere también una dimensión de profundidad, representada por la investigación, el análisis y la formación teórica de nuevos principios científicos.

RELACIÓN ENTRE EL COSTO DE VIDA Y EL SALARIO
Ha empezado a generalizarse el criterio de fijar salarios uniformes en los convenios que se celebran en la Capital Federal, extendiendo de esta manera al interior del país, algunas exigencias
que son determinadas por problemas que no son comunes a las distintas regiones. Ese criterio no puede generalizarse con respecto a los salarios, por razones muy poderosas que tienen atringencia en primer lugar con el obrero mismo y luego con las industrias. El costo de la vida en el interior es considerablemente
distinto al de la Capital Federal, donde empezando por la vivienda y siguiendo por los alimentos más esenciales —como la carne, el pan y la leche—, representan un precio bastante superior. con
respecto a la industria, cabe señalar que por lo general giran con pequeños capitales, y ponerlas en un mismo pie de exigencia con las poderosas plantas fabriles de Buenos Aires, es colocarlas al límite de la quiebra o condenarlas a desaparecer.
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Autoría: El Interior
Fecha: 11 enero 1947
Editor: El Interior
Fuente: Violeta Martínez. Archivo Histórico Palmiro Pedemonte

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